12 Jul Vino y queso, ¿cuál es la mejor combinación?

Cuando hablamos de vino y queso, hablamos de una relación de maridaje que ya viene de largo. Históricamente, para disimular el sabor de los vinos de baja calidad, eran acompañados de un trozo de queso. Y, aunque inicialmente esta relación tenía otro propósito, en la actualidad, se ha convertido en una combinación muy habitual en la mayoría de locales hosteleros y de restauración. Pero, ¿sabrías decir qué clase de vino funciona mejor con unos u otros quesos? Sigue leyendo, ¡te echamos una mano en tu elección!

Existen múltiples opciones para combinar vino y queso, ya que, tanto de uno como de otro, hay una amplia variedad a lo largo del mundo. El sabor juega un papel fundamental en esta relación, ya que debemos buscar la dupla que permita disfrutar y saborear ambos productos. ¡Toma nota!

Quesos de pasta blanda

Los quesos como el Brie o el Camembert, de textura untuosa o cremosa, sin prensa, son una combinación idónea para vinos blancos ligeros y afrutados. Aunque también pueden encontrar un gran acompañante en un tinto joven con aroma suave. La finalidad de este maridaje es evitar que el vino enmascare el sabor del queso.

Queso fresco

En el caso de los quesos frescos, no es tan habitual el maridaje. No obstante, ya sean de leche de vaca, oveja, o cabra, combinan a la perfección con blancos jóvenes. Sin embargo, si vas a acompañar los quesos con un picoteo, también deberás tenerlo en cuenta en tu maridaje. Si el picoteo es dulce, elige blancos más dulces y espumosos. En el caso de un picoteo salado, la mejor opción es un blanco seco.

Quesos manchegos

Una combinación habitual entre vino y queso es la de queso manchego con un tinto crianza. En este caso, deberás tener en cuenta la curación del queso. Si es tierno, semicurado o curado, maridará mejor con un vino crianza o joven.

Quesos azules y suizos

Los quesos con un sabor más potente, como los azules, Gorgonzola, Cabrales, o los suizos como el Gruyère o el Appenzeller, son perfectos para maridar con vinos tintos más intensos. De esta forma, sorprenderás a tu paladar con el contraste entre los dos sabores.