10 Feb Consejos para guardar el vino en la nevera
Entre los aficionados, siempre ha existido el debate sobre si es recomendable guardar o no el vino en la nevera. Durante mucho tiempo, refrigerar esta bebida se ha considerado un terrible error. En cambio, algunos expertos afirman que es la mejor forma de conservar el contenido de una botella abierta.
Cada vino tiene sus secretos
Al igual que para consumirlo cada vino tiene sus secretos, lo mismo ocurre para conservarlo. En el caso de los tintos, tradicionalmente se guardaban a temperatura ambiente, pues se consideraba la mejor solución para disfrutarlo plenamente. Sin embargo, determinados expertos aseguran que la mejor forma de almacenarlo es bien cerrado y en la nevera. Esto se debe a que las bajas temperaturas ralentizan las reacciones químicas que producen la oxidación.
El caso de los blancos es diferente. Así como los tintos, erróneamente, se guardan a temperatura ambiente, con los blancos sucede exactamente lo contrario. Habitualmente los consumidores de este tipo de vino cometen la equivocación de conservarlo en la nevera durante largo tiempo. Para los expertos, un vino de estas características debe enfriarse solo en el momento en que se vaya a consumir y durante muy poco tiempo. Esto se debe a que ciertos vinos no responden bien al almacenarse en condiciones de bajas temperaturas.
Cómo conservarlo una vez abierto
A la hora de guardar un vino en la nevera que ya ha sido abierto lo más conveniente es taparlo con su propio corcho. Si este se ha estropeado lo mejor es optar por tapones especiales para esta bebida. Una vez la botella esté bien tapada, la mejor posición para conservarlo es en vertical. De esta forma, la superficie de vino en contacto con el aire será inferior que guardándola de forma horizontal. No obstante, aunque esta es la mejor alternativa para preservar esta clase bebida, un vino abierto debe ser consumido en los días inmediatamente posteriores o se acabará estropeando.
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